Científicos Futuristas

Los Científicos del Futuro queremos que vosotros, habitantes de nuestro pasado, recuperéis en vuestro presente toda la dispersa y denostada obra del siempre iconoclasta Juan sin Credo

jueves, 14 de abril de 2011

La tortuga que quería domir

La reseñilla que más brilla

En verdad, en verdad, digan lo que digan, Juan sin Credo ha leído a su primogénito, Francisco I, el Príncipe de los Ángeles, el álbum ilustrado titulado La tortuga que quería dormir, cuyo texto pertenece a Roberto Aliaga y las ilustraciones salen de la pluma de Alessandra Climatoribus, publicado por la editorial OQO, dentro de la colección O, en enero de 2008.

Como imaginarán, los tan únicos y fieles lectores de la amplia y nihilista obra del tan idolatrado e irredento crítico, el argumento es más bien básico:
  •  Ocurre que una pacienzuda tortuga intenta emprender el sueño tras una intensa sensación de fatiga, sin embargo después de todo el ritual que emplea antes de acostarse -lavarse los dientes, mullir la almohada, arroparse con la manta morada- es interrumpida por la visita de uno de sus amigos, justo en el momento preciso de irse a la cama. Tal operación se repetirá durante tres veces -con la totovía, la marmota y la araña- hasta la llegada del león, que no trae nada consigo pero sí la necesidad de regalarle a su querida amiga aquello que esté al alcance de sus posiblidades. Afortunadamente, será gracias a la astucia de la tortuga cómo el león consiguirá su propósito mediante el mejor regalo que puede recibir su mejor amiga para conciliar el sueño de una vez por todas: ¡¡ SILENCIO !!

 

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