Científicos Futuristas

Los Científicos del Futuro queremos que vosotros, habitantes de nuestro pasado, recuperéis en vuestro presente toda la dispersa y denostada obra del siempre iconoclasta Juan sin Credo

sábado, 25 de febrero de 2012

Sevilla y olé, Torre del "robo"


En aras de la tan idolatrada pluralidad informativa escucho por las mañanas el programa radiofónico de noticias Cada mañana sale el sol, conducido por Melchor Miralles en la emisora de Punto Radio que, como muchos sabréis, pertenece al Grupo Vocento.

Pues bien, el viernes 24, tras el estruendo mediático del caso Urdangarín, saltaba a la palestra una pequeña cuña de información, apenas de treinta segundos, sobre los supuestos criterios partidistas en la contratación de varios familiares de concejales sevillanos y de miembros de las Nuevas Generaciones por parte de la empresa adjudicataria de los talleres de los distritos de la ciudad hispalense.

El alcalde Juan Ignacio Zoido ha mostrado una actitud propia de los personajes del patio de Monipodio negando la evidencia demostrada por la investigación periodística realizada por Alberto García Reyes
(http://www.abcdesevilla.es/20120221/sevilla/sevp-zoido-niega-haya-criterio-20120221.html)

Tanta hipocresía molesta a la inteligencia y me pregunto preocupado dónde queda esa regeneración democrática prometida por el partido más votado por los españoles cuyo famoso lema de la campaña electoral para las elecciones del 2011 fue “Súmate al cambio”. Qué cambio se puede operar si solo tras diez meses gobernando en la capital de Andalucía, continúan con la misma tradición cortijera de aquel otro partido defenestrado por su negligencia ante los graves problemas económicos provocados por la crisis global, que se ha sumido en las profundidades más tenebrosas de su historia.

Los mismos perros con distintos collares, dice muchas veces mi madre que decía mi abuelo. Perros sí, pero perros sarnosos, vagabundos, hambrientos de codicia y ambición y dispuestos a morder y transmitirnos su rabia con tal de defender su privilegios de casta. Epidemia difícil de controlar en nuestro Patio de Monipodio, repleto de rufianes y pícaros como Urdangarín o Zodio y sus canes contagiosos, puesto que no existe vacuna posible en este país contra la corrupción y el nepotismo.


P.D. Entono un réquiem por la muerte de un periódico bastante tendencioso y con una pésima calidad de impresión pero que gozaba en su parrilla de buenos espadas como Luis García Montero, Ignacio Escolar o Isaac Rosa. A todos vosotros gracias por intentar despertar las conciencias con las palabras que emanan de un pensamiento libre.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Voluntarios de Cristo


Hace unos días estuve hablando por teléfono con mi aguerrida amiga la narradora oral Zeniala Volvoreta.

-Estoy indignada Juansin, ahora resulta que van a cubrir con voluntarios ciertos servicios públicos, entre ellos algunos puestos en las bibliotecas-

-¿Pero cuáles van a ser exactamente sus labores?- pregunté sorprendido.

-Todavía nada se sabe, aunque resulta muy inquietante. Parece ser que estos voluntarios serán jóvenes estudiantes de Biblioteconomía y Documentación reclutados en las Universidades católicas del entorno-

-¡Vaya panorama que se nos presenta!- comenté asombrado

-Prepárate que ahora viene lo mejor- prosiguió ZenialaSe rumorea que tendrán la consigna de preparar un catálogo de recomendaciones en el que el libro de cabecera será "Jesús de Nazaret", cuyo autor, como bien sabrás, es Benedicto XVI.

-Venga Zeniala, esto que me estás contando es otra más de tus tremendas fantasías- le dije con un tono incrédulo.

-Nada de eso, lo sé de muy buena tinta, ya conoces mis contactos. Además también han enviado una circular desde la Subdirección General de Bibliotecas para que retiren de los anaqueles y manden al expurgo todos los ejemplares del "Manifiesto comunista"…-

-No te creo Zeniala– la corté carcajeándome- ¿De verdad que piensas que hoy en día existe algún usuario que demande tan anacrónica lectura? El público quiere leer los premios literarios, como el último Nadal de Álvaro Pombo, pero a quién le importa  que ese texto obsoleto de Marx esté en las estanterías-

-A ellos Juan, a ellos. A todos aquellos que quieren perpetuarse en su condición de privilegiados sin ceder ni un ápice su posición de poder. A los inmovilistas que no quieren avanzar en la conquista de la igualdad porque temen que se les resquebraje su frágil máscara construida a base de mentiras. A esos otros que, enarbolando la bandera del progresismo, no fueron capaces de ofertar un cambio en la mentalidad del pueblo para crecer en la conquista de la justicia social. A ellos sin Credo, a ellos- concluyó con la voz afectada Zeniala.

-Bueno Zeniala, no te pongas así, tal vez tengas razón- tercié para que la conversación no se pusiera más tensa.

Colgué el auricular y quise comprobar por mí mismo la información que había recibido de Zeniala. ¡Cuál sería mi sorpresa cuando pude observar que uno de los libros más solicitados en las Bibliotecas de la Comunidad de Madrid durante el último año había sido Jesús de Nazaret!




















domingo, 19 de febrero de 2012

Good night, and good luck.

El film tras la mente

Tal vez se sepa que Juan sin Credo ha visto la película Good night, and good luck, dirigida por George Clooney e interpretada por David Strathairn, Patricia Clarkson y el propio director, entre otros, y que obtuvo 6 nominaciones a los Oscar en el 2005 incluyendo el de mejor película, mejor director y mejor actor principal.

Quizá se opine que esta producción cinematográfica norteamericana se puede encuadrar dentro del drama político, puesto que al espectador se le plantea el conflicto entre la verdad de los hechos -defendida por una prensa heroica, extinguida totalmente en la actualidad, de la mano del valiente y comprometido presentador de la CBS, Edward R. Murrow- y la manipulación de los mismos por parte del poder -encarnado en este caso por el senador McCarthy- para su propio beneficio.

Acaso el público piensa, al igual que Juan sin Credo, que hoy en día se viven en un momento similar al reproducido en la cinta, época en la que el discurso del macarthismo más radical manipulaba, por medio de patrañas, a la opinión publica con el único fin de perpetuarse en el poder. Así sucede en la Comunidad de Madrid, cuando esa mujer tan antipática y mentirosa denigra a sus funcionarios, en particular a los docentes, para poder desprestigiarlos ante la ciudadanía con el fin de instaurar un rosario de conciertos educativos que beneficien mayoritariamente a las compañías religiosas de su mismo corte ideológico fundamentalista.






jueves, 16 de febrero de 2012

Josefina Aldecoa. Historia de una mujer avanzada y II


Visitante asiduo de las múltiples bibliotecas de mi entorno pude comprobar cómo en algunas de ellas, apenas en los dos días posteriores a su muerte, se habían colocado en un expositor temático el montante de su obra literaria. Una semana después esa estantería estaba vacía.

Tal exhibición necrófila, que multiplica el número de lectores en un autor cuando recibe la única visita de la Dama, también la he podido verificar tras la desaparición en el último año de escritores célebres como José Saramago o Miguel Delibes, siendo con este último novelista significativo el elevado número de reediciones de sus obras en el mercado de la mano de su editorial de toda la vida: Destino.

No obstante, se puede pecar de exageración, dado que muchos lectores conocerán con seguridad el famoso libro de Josefina Aldecoa titulado Historia de una maestra. Esta novela trata sobre la historia de una ilusión, de una esperanza, de un sueño que estuvo en la mente de muchos maestros de la República para erradicar el analfabetismo, la ignorancia y el oscurantismo que pesaba sobre el pueblo español de aquella época. Ilusión que fue cercenada y ejecutada en el muro fascista y nacional-católico de las hordas franquistas.

Pero, además, Historia de una maestra, es la historia de un sentimiento, de unas vivencias cargadas de emotividad lírica en boca de Gabriela, que nos transporta mediante una cronología lineal y sucesiva a todos los sucesos y acontecimientos que se dieron entre los agitados años previos de la República y los primeros días trágicos de la Guerra Civil.

Además de este fenómeno literario, que lanzó a la palestra del éxito a Josefina Aldecoa, su obra narrativa está repleta de unas cuantas novelas más cargadas de intimismo, descripción de ambientes e introspección psicológica, que la convirtieron en la depositaria del estandarte de la literatura de la condición femenina

Tras su experiencia londinense, en una residencia feminista para posgraduadas, de la que tuvo noticia gracias a una sobrina de María Moliner, escribió casi de un tirón su novela de juventud titulada La casa gris. Redactada como una novela coral que indaga en la conciencia desilusionada y resignada de los personajes -todos femeninos exceptuando el portero de noche de origen polaco Polish-, refleja el amanecer de una época en donde las mujeres empezaron a mostrar su independencia laboral e intelectual frente a la cosmovisión masculina.

Aparte de las pertenecientes a la trilogía que la catapultó a la fama, se encuentran, además, otras obras de madurez como Porque éramos jóvenes, una novela que plantea el enfrentamiento entre el deseo y la realidad, además de La enredadera, El enigma, El vergel y, la última, publicada en el año 2008, Hermanas, que relata una bella historia de amor que desatará todos los nudos impuestos por los lazos de sangre.

Por último, para finalizar, quisiera hacer hincapié en su obra autobiográfica titulada En la distancia, que vio la luz en el 2004, puesto recoge con un estilo didáctico y sencillo, pero lleno de amor y matices expresivos, la dedicación y devoción que Josefina Aldecoa tuvo por la literatura, la enseñanza y por la figura de su marido, siempre presente en toda su posterior trayectoria, Ignacio Aldecoa.

Josefina Aldecoa. Historia de una mujer avanzada I


Todos sabemos que Mariano José de Larra fue un adelantado a su tiempo. Esta circunstancia, presumiblemente, le llevó con anticipación a la tumba. Sí, tan fieles y únicos lectores, un inadaptado que consiguió mayor número de público, y su billete hacia la posteridad, perteneciendo ya su espíritu al frío y oscuro mundo ultraterreno; como aquel héroe burgalés, empuñando la Tizona sobre los lomos de Babieca, que ganó su última batalla después de muerto.

Así queda atestiguado en su célebre cita: Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta, que sirve de cabecera a la página electrónica del autor, alojada dentro del excelente portal de la Biblioteca Cervantes Virtual, perteneciente al artículo “Horas de invierno” publicado en El Español. Diario de las Doctrinas y los Intereses Sociales, nº 420, domingo 25 de diciembre de 1836.

Cien años después, el sensible y neorromático Luis Cernuda, otro inadaptado más a su tiempo que se le tiñó oscura el alma de amargura, parafraseó al maestro enfatizando ese triste sentir con unos versos de homenaje en el centenario de su muerte en el poema titulado “A Larra con unas violetas”, de su libro Donde habite el olvido

Escribir en España no es llorar, es morir,

Porque muere la inspiración envuelta en humo,

Cuando no va su llama libre en pos del aire.


Casi 175 años después, llega un discípulo rezagado de este inconformismo crónico de algunos de los mejores escritores en lengua castellana de los últimos dos siglos y postula el siguiente axioma, tan cercano a ese pensamiento inicial de parte del padre del periodismo moderno español: Escribir en España es esperar a morirte para que por fin te lean.

En esta frase lapidaria, que contiene un matiz de sentido tanto de epitafio como de declaración de un principio morboso que define con bastante claridad nuestra particular idiosincrasia, se encierra una verdad absoluta que se ha vuelto a corroborar con la pérdida reciente de la escritora y pedagoga Josefina Rodríguez, más conocida por el apellido de su marido, fallecido de manera repentina por un infarto en noviembre de 1969, Ignacio Aldecoa.

domingo, 12 de febrero de 2012

Con la Iglesia hemos "tocado"


Hacía tiempo que no me cruzaba con mi antiguo vecino y paisano Óscar von Piten, un aguerrido ateo que ha formulado en varias ocasiones su petición de apostasía sin haber obtenido respuesta alguna.

-Últimamente he estado un poco pachucho, como si quisiera llevarse mi alma el mismísimo diablo- me contestó socarrón mientras le colocaba a su hijo el bañador en el vestuario de la piscina municipal del Payaso Fofó.

Una vez que nuestros tiernos infantes hubieron comenzado su actividad nos sentamos en una de las sillas del enorme hall para tomarnos un desnaturalizado café de máquina expendedora y von Piten comenzó su perorata

-Tú te crees con lo que nos vienen ahora Juansin- me dijo afectuoso, enseñándome una noticia de esos periodicuchos gratuitos -Un colegio público que no pone carne los viernes durante la Cuaresma. ¡Vaya tontería, parece que eso fuera lo más importante!- bramó jocoso con aspavientos

-Mira, te voy a contar una historia de chiste para que te rías un poco- me susurro al oído, casi como un secreto, para dar un mayor énfasis a la narración de los hechos que estaban a punto de comenzar.

-Sabes del nuevo colegio concertado ultracatólico, El Stella Maris, que han inaugurado en el Ensache de Vallecas, perteneciente a los Discípulos de los Corazones de Jesús y María, que comenzaron su andadura en el año 1987. Esos cuervos están extendidos en tres naciones: España, con sedes en Cuenca, Madrid y Córdoba, Italia, con sede en Roma, y Estados Unidos con sede en Denver. Pues parece que este Centro cuenta con una concesión gratuita durante 75 años por parte de la Comunidad de Madrid, en una parcela de 20.000 m2, es decir, equivalente al menos a las dimensiones de dos campos de fútbol…-

-¿Pero hasta dónde quieres llegar?– le corté inquieto ante el cariz de ladrillo que tomaba la conversación

-Tranquilo sin Credo, siempre tan ansioso por saber– me dirigió la voz con un tono de reproche- En fin, resulta que el otro día me encontraba en casa bastante aburrido por la convalecencia de mi enfermedad y me acerqué a pedir información al Colegio para pasar un buen rato. Allí me recibió un joven muy amable, con cierta afectación en sus maneras, que me habló del ideario del Centro. Me comentó la cuantía de la cuota voluntaria de 170 euros mensuales, sin contar el comedor, el material y las extraescolares. También se refirió a los “profesores nativos” y a la ausencia de la coeducación en las aulas.
Una vez llegado a este punto, estallé y le solté a bocajarro si le parecía correcto que del dinero público se beneficiase un Centro que no aboga por la igualdad de sexos y si la razón de esa segregación era para poder tener a los niños separados y así facilitar la pederastia dentro de la Iglesia, seña de identidad de muchos sacerdotes durante los últimos tiempos. El jovencito se incendió de ira, viéndose descubierto, y me rogó que me marchase inmediatamente porque de lo contrario llamaría a la policía…-

Aquí se acabó el monologo de Óscar von Piten, justo en el momento que miré el reloj, puesto que ya marcaba la hora de recoger a los niños. Entramos en el vestuario y su hijo ya había llegado, antes que los demás, y se había despojado del bañador para meterse en la ducha.

-¿Menos mal que aquí no dejan entrar a los curas?- Me empujó, buscando mi complicidad, prorrumpiendo una estentórea carcajada.


















miércoles, 8 de febrero de 2012

A costa del naufragio de una riqueza que nunca fue verdadera



Todavía mantengo la dirección postal de la casa de mis padres en mi documentación. Por este motivo, tuve que desplazarme hasta mi pueblo para retirar de Correos una multa de aparcamiento, totalmente injusta, que ascendía a la nada despreciable cifra de 200 porrazos. ¡Cuál fue mi sorpresa al ver en la oficina a un antiguo conocido de la juventud: Ángel Rossell, El Sarasa!

La pinta que gastaba distaba mucho de su otrora floreciente imagen cuidada al máximo en los felices años de la bonanza económica. Maltrecho y desmejorado su sonrisa ofrecía una dentadura picada de coca. Su ropa sucia quedaba alejada de sus impecables trajes de marca que tanto ensalzaron su figura hasta convertirle en un nuevo don Juan.

-Ya ves, Sin Credo, lo he perdido todo- me dijo tras un fuerte apretón de manos. Recordé cómo prosperó en el negocio de las puertas hasta convertirse en un potentado. Sin embargo, como muchos otros nuevos ricos, no supo ver el final de una era.

-Terminé montando mi propia empresa y ese fue el comienzo de mi ruina- comentaba apesadumbrado. -Llegué a facturar hasta 100.000 euros mensuales. Imagínate tú, el chalet a la última, coche de lujo a la puerta, vacaciones paradisíacas y vicio, mucho vicio...yo que no había terminado ni los estudios primarios. Ahora todo son deudas y embargos-

Terminó la conversación a punto de derrumbarse en un gesto bastante teatralizado. También me contó que su mujer le había pedido la separación y daba por perdida la custodia de sus hijos y para colmo de todos sus males me confirmó una evidencia: estaba enganchado a la farla.

Me despedí, casi huyendo despavorido de ese espectro del pasado no sin antes prestarle a fondo perdido 30 euros para un homenaje del que no quise ser partícipe. Casi agradecí ser un humilde asalariado, con mi Saxo abollado de segunda mano y mis viajes por el interior de la Península, antes que ser un inútil derrochador en un país que languidece por culpa de estos individuos que vivieron muy por encima de sus posibilidades.