SÚMATE AL CAMBIO, rezaba el eslogan de su campaña. ¡¡Claro que hubo cambio!! pero más que una suma aquello fue una resta en toda regla. Desde entonces todo el sistema se desmoronó como una frágil montaña de arena, volatilizada por la tormenta violenta de las reformas y los recortes.
LLUVIA. La jornada de reflexión trajo una borrasca con fuerte viento, abundantes precipitaciones y un brusco descenso de las temperaturas. El 20N los porcentajes de participación ofrecieron cifras ridículas. El partido perdedor denunció el suceso climatológico a la Junta Electoral
GANÓ EL BLANCO. Ningún miembro de la mesa podía dar crédito de lo sucedido tras haber finalizado el recuento. Rápidamente se corrió la voz por el todo el colegio electoral. En otras mesas también se había dado la misma situación. Todos los sobres estaban vacíos, sin papeletas.
BARRIERON EN LAS ELECCIONES, consiguiendo una abrumadora mayoría absoluta. Esa misma noche, el Presidente se dirigió a los ciudadanos para comunicar su renuncia. Entonces, el gobierno quedó en manos del ala más radical de su partido. El optimismo inicial se tornó en desEsperanza
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