Científicos Futuristas

Los Científicos del Futuro queremos que vosotros, habitantes de nuestro pasado, recuperéis en vuestro presente toda la dispersa y denostada obra del siempre iconoclasta Juan sin Credo

sábado, 19 de febrero de 2011

Fragmentos de una vida literaria: del cadete Alberto al diplomático Casement I


El reportaje del ultraje


Antes de marcharse durante un mes a la Argentina para traerse a su prisionera de plata me lo comentó, tomando un café en la remodelada librería Fuentetaja, que ha acondicionado la planta superior como Bistró, lugar en el que también se dan conferencias y se hacen presentaciones de libros.


-Juan sin Credo -me dijo el Padre de las Criaturas, también conocido con JM Romero- te atreverías con Vargas Llosa. -No sé, no sé, me lo tengo que pensar – le comenté en ese momento intrigado.


Evidentemente, JM iba con segundas. Todos sabemos la antipatía que se le tiene a este autor en algunos círculos políticos desde su implicación en el caso Padilla. No obstante, no pensaba caer en la vuelta de tuerca, trazada por el sutil dramaturgo JM, que me hiciera pasarme de rosca. A mí, fundamentalmente, la figura de Vargas Llosa me interesa -más que por su actividad ensayística y, por ende, ideológica- por su trayectoria literaria y de ésta, en concreto, la que se refiere a su monumental obra narrativa.


Todo empezó durante el final del verano de 1992, cuando estuve trabajando en una caseta de la Feria del libro de Valtimor, ciudad con ley. El material bibliográfico que se puso a la venta pertenecía, mayoritariamente, al ya fallecido Manolo el sevillano, uno de los últimos grandes bohemios de la modernidad. Allí entre tanto volumen polvoriento, donde predominaban los libros de ciencia-ficción, género al que por cierto le cogí gran antipatía, me llamó la atención un título: Pantaleón y las visitadoras. Quizá porque era uno de los pocos libros diferentes a todos aquellos que poblaban las estanterías. En fin, me gustó y le pregunté a Manolo con mucha ignorancia:



-Quillo, ¿Quién es este tal Vargas Llosa?- Él, que era muy guasón y muy picante, me respondió –Un escritor que escribe sobre vergas y ya le ha arrancado los pétalos a la rosa-


No me faltó ni un segundo para sentarme y leer, ávidamente, esa novela hilarante que trata sobre cómo el disciplinado capitán Pantaleón Pantoja tiene la difícil misión de establecer un servicio de visitadoras en las regiones más recónditas del Perú, para que los soldados puedan mantener relaciones sexuales sin ofrecer problemas a las demás mujeres de las poblaciones limítrofes con los diferentes destacamentos militares. Ahí empezó el mito...

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