Científicos Futuristas

Los Científicos del Futuro queremos que vosotros, habitantes de nuestro pasado, recuperéis en vuestro presente toda la dispersa y denostada obra del siempre iconoclasta Juan sin Credo

viernes, 21 de enero de 2011

Los pobres desgraciados hijos de perra

La reseña con saña

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído el libro de relatos del Premio Nacional de Poesía en el 2002, Carlos Marzal, Los pobres desgraciados hijos de perra, publicado por la editorial Tusquets en noviembre del 2010.

Parece que la voz narrativa está, mayoritariamente, en primera persona, aunque también algunos de los relatos se escriben en la tercera. Este predomino del yo hace que los sucesos narrados se vinculen estrechamente a la biografía del autor, transformando la materia ficticia en un asunto secundario que provoca el rechazo y la desconfianza del lector. El contexto histórico, en muchos de los relatos, se retrae a episodios relacionados con la adolescencia del protagonista, alrededor de principios de los ochenta, aunque existen otros ambientados en la actualidad; mientras que el tiempo interno suele transcurrir durante las vacaciones de verano. El espacio se ubica, generalmente, en la urbanización de Portacoeli, cerca de la Sierra Calderona, además aparecen la ciudad de Valencia o Roma. El protagonista indiscutible es el autor y toda una galería de personajes rescatados de su pasado entre los que destacan el fallecido jugador del Valencia Sixto Arturo Casabona, sus variados amoríos juveniles como Marga, María o Adriana, además del camello de la urbanización, Adolfo y su hermano Santi.

Dicen que Juan sin Credo la lectura de estos relatos le han parecido de una bella factura literaria, gracias a un elevado empleo estético de una prosa muy elaborada. Sin embargo, la tensión narrativa no alcanza el mismo nivel de su estilo, puesto que existen algunos textos carentes de interés narrativo, sólo centrados en una mera anécdota, como pueden ser los referidos a su hospitalización. No obstante, relatos como Los fundamentos de Noam o el que sirve de apertura al libro, Con un poco de suerte, se conducen magistralmente hacia un desenlace inesperado que cierra en redondo el relato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario