Científicos Futuristas

Los Científicos del Futuro queremos que vosotros, habitantes de nuestro pasado, recuperéis en vuestro presente toda la dispersa y denostada obra del siempre iconoclasta Juan sin Credo

lunes, 9 de abril de 2012

Alberti no vende la venda de los ojos


¡¡Será posible la ridícula estupidez con la que nos vienen ahora, mis fieles y únicos lectores, estos ortodoxos del neoliberalismo más ultra!! Ya no se conforman con las reformas económicas sino también, en algunas localidades donde gobiernan con una abrumadora mayoría, se dedican a ejercer -como en sus mejores tiempos- de censores ideológicos.

Resulta que en un pueblo del levante almeriense han decidido cambiar el nombre del teatro que se llamaba Rafael Alberti. Bien es cierto que el autor apenas tuvo trascendencia como dramaturgo -dentro de sus obras de teatro apenas destacan, Noche de guerra en el Museo del Prado y El adefesio, esta última con un marcado acento de surrealismo- pero no esa la verdadera razón.

Dice el alcalde que Rafael Alberti no vende ¡Cómo que no vende!, ¡Menuda escusa más absurda! Que no nos engañen : la causa verdadera es porque Albertí fue comunista, aunque de salón, puesto que las veces que se manchó las manos trabajando este señor fue de pintura cuando realizaba sus cuadros.

Realmente, me molesta la capacidad de esos ediles de la Nueva España -crecida con el pelotazo del ladrillo en un desierto hostil y con los kilómetros y kilómetros de plástico en techo de invernaderos que cultivan productivamente el milagro transgénico del tomate kumato- capaces de imponer su rancia autoridad, otorgada por el rebaño de un puñado de votos, conseguidos a base de un clientelismo secular y un insignificante criterio de pensamiento político.

Sin embargo, no es este el problema sino que viene de más atrás. Los anteriores inquilinos de gobierno municipal, esos heterodoxos neoliberales de la rosa marchita que, erróneamente, se etiquetan de izquierda, gastaron la friolera de tres millones de euros en la construcción del controvertido teatro para dar servicio a 18.000 habitantes en el año 2007.

¿Esto sí que es un escándalo y no el cambio de nombre del edificio? ¿Cómo se puede permitir que un gobierno municipal maneje esas cifras de derroche? Es en estás cantidades de despilfarro donde se encuentra la verdadera sangría de la maltrecha economía de nuestro país.

Hasta que no se cambie la conciencia de estos manirrotos del caudal público, o no se legisle con unas fuertes sanciones privativas del ejercicio del cargo, aparte de las monetarias, ya puede este gobierno reformista privatizar, recortar o sanear,- eufemismo que emplean últimamente para referirse al desmantelamiento del Estado del Bienestar- para sanear el déficit que estrangula el fluido de capitales en esta España nuestra.











2 comentarios:

  1. Impresionante, como si no fuera suficiente con que escurran nuestros bolsillos, también pretenden escurrir nuestros cerebros...

    http://sumergidaenlibros.blogspot.com.es/

    Saludos!

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    1. Así es Fashion, ya sabes que allí en Almería tienen que "escurrir" mucho para poder sacar el líquido.

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