Solo cien palabras
Críticas para el smartphone
Profesor Lazar es una película desbordada por la ternura en el
tratamiento de las relaciones entre profesores y alumnos. En una sociedad democrática, que permite la
acogida de refugiados porque se respetan los Derechos Humanos, aparece,
paradójicamente, una visión desnaturalizada que rechaza cualquier contacto
físico entre docentes y pupilos.
Esa frialdad impuesta por un sistema
equivocado, que intenta especializar todos los ámbitos del crecimiento global
de los alumnos, se ve cuestionado por los métodos más humanos propuestos por
Lazar. La escena de la despedida del profesor junto a la niña es un emotivo
canto de esperanza y sentido común.
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