Solo cien palabras
Críticas para el smartphone
La inminente presencia de la
muerte en un ser querido trastorna las relaciones hasta el punto de que se
transforman los sentimientos hacia el otro. El desorden emocional desequilibra
la personalidad de los afectados que emprenden una huida de sí mismos, sin
posibilidad de retorno.
En la última novela de Andrés
Neuman, el triángulo familiar, -padre, madre e hijo- se encamina en dirección
al vacío porque la enfermedad abre los pórticos de la inseguridad y el miedo a
lo desconocido, que reinará en la nueva rutina cuando al fin triunfe la muerte.
La pérdida irreparable asfixia la necesidad del deseo.
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