Solo con cien palabras
Críticas para el smartphone
Un cuadrilátero formado por una cuerda de nailon sirve de espacio para el combate moral, establecido entre dos viejos amigos con muchas cuentas pendientes aún sin resolver. De fondo, numerosas bolsas negras forman un montículo de basura, relejo del espíritu mediocre de individuos grises que han perdido toda esperanza. Sin embargo, la luz de la amistad reluce como un foco intermitente capaz de alumbrarnos el camino hacia la salvación. Al final, existe un consentimiento hacia esos otros, depredadores marinos que se alimentan al vuelo de los despojos humanos, gracias a sus embustes y al abuso con desmedido ánimo de lucro.
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